Un día sin tanto cuento.
Me siento cansada, aturdida, bastante gris para ser honesta, siento a la gente pasar y pasar a mi lado sin que me noten, creo que me estoy volviendo invisible, cada vez hablo menos y la verdad no me apetece, escucho voces, a veces llevan mi nombre, pero no siempre respondo se escuchan tan lejos que son casi imperceptibles. Así debe sentirse la muerte, dejas de escuchar, de soñar, de reír y hasta de hablar, quizá sólo sea un mal día, pero he tenido miles de malos días y peor aun ¡consecutivos!
Ellos piensan que soy mala y quizá lo sea, quisiera que me importara, lo que no saben es que me estoy ahogando y lo deseo, ¿qué no los quiero? ¡Quizá tengan razón! hace mucho que no quiero nada. Poco me importa si están o ya se han ido.
Mis pensamientos se manifiestan quedito como si de algo se escondiesen, no sé lo que pasa, no sé lo que es, pero aunque no tenga forma me estoy cansando de llevarlo a cuestas, pesa mucho y no logro definirlo para poder quitarlo, respirar ya me es cansado, suspiro a ratos creo que mi cuerpo aun no se resigna, por qué en cada suspiro tomo suficiente aire para una hora más, y así ineludiblemente voy viviendo sin querer.
Karinee del Castillo.
Los sentidos comienzan a perder fuerza, lo que se ve se mezcla con recuerdos de un pasado derrotado, y una mancha negra que representa un futuro muerto
ResponderEliminarEl unico sabor que queda al despertar de un dia o noche limbico, pues hasta el tiempo pierde cualquier sentido, es el sabor de sangre por el corazon moribundo y dolor de recuerdos hechoz ceniza
¿Cómo sigo aqui, en una existencia de matices grises con gotas carmesi?
Solo las pesadillas ofrecen consuelo a esta realidad
El sujeto necesita encontrar una razón por la cual vivir e igual necesita pasar un tiempo consigo mismo
ResponderEliminar