¡Corre!
El recital estaba comenzando pero yo tenia otros planes, esa noche quería pasar de todos estar solo para mi, tarareaba She will take it back someday, mientras maldecía esa noche, todos estaban tan lindos y olían delicioso que solo pude ver aun mas la miseria en la que últimamente me hundía, disfrazada detrás de esas medias negras que mas de 3 veces había usado y de ese estúpido saco gris que ahora me quedaba grande por mi perdida de peso, pero nadie notaba eso o no querían notarlo, todo era " estarás bien" es temporal, eres la mejor , el escenario es tuyo, blah, blah, blah, a la mierda ! tome el auto y me dirigí a aquel bosque que siempre admire de paso a los conciertos, aparque en la entrada y apague el celular mientras caminaba lento acompasando el viento; de pronto recordé tus cigarrillos metí la mano al bolsillo y ¡Eureka! ahí estaban, pensaba en devolvértelos después del concierto pero esta vez no te vería, prendí un cigarrillo y trataba de recordar aquella noche, sus manos ensangrentadas diciendo que no era su culpa, que lo habían hechizado y que el no lo hizo, quería creerlo!, papá siempre fue bueno con ambas pero estaba ahí con mamá en sus brazos... el camino se veía tan largo y solitario que sentí escalofríos pero aquella canción en mi cabeza y un poco de humo acompasaban perfectamente mi sombrío andar, las hojas secas comenzaron a volar, el sonido de los grillos y mi caminar parecían estar de acuerdo.
El viento silbaba y erizaba mi piel, una sensación de miedo de pronto recorrió mi cuerpo, que claro! yo me repetía una y otra vez mi valentía, solo era el viento, y yo necesitaba sentirme independiente, experimentar nuevas cosas para plasmar en mis canciones y olvidar aquella noche.
Calculo que eran pasadas las 11 de la noche, los grillos hacían lo suyo , el viento soplaba fuerte, mas de lo esperado, maldije ese momento, y entre dientes dije" ojala que me lleve el diablo" enojada decidí regresar al auto cuando de pronto escuche unos pasos, las hojas secas delataban el sigilo con el que alguien intentaba caminar, seguí los ruidos pero no veía nada, podía ahora escuchar el latir de mi corazón y mi respiración acelerada, pero mi curiosidad me motivaba a seguir buscando...
Una araña me hizo gritar del susto, la baje del árbol y desquite con ella mi coraje, pobre pensé dentro de mi, mi zapato no dejo huella de su existencia, disfrutaba del pequeño placer de su inexistencia cuando de pronto escuche gritos ahogados, me agache para ver que pasaba, deslice las ramas mientras gritaba ¡papá! volteo con el rostro lleno de sangre y dijo " la maldad no tiene cara querida niña, y tu cuerpo en breve tampoco lo tendrá, ¡corre!
Karinee del Castillo.

Vaya que hay mucho que decir, reflexionar y platicar.
ResponderEliminarTienes talento ingenebria y seguiré leyendo tus textos hasta que pueda saber: ¿Quien rayos eres?
Gracias mi estimado me arrebato una sonrisa su comentario, y referente a quien soy bueno... Suerte con eso. Saludos y gracias por la visita.
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