Un día sin tanto cuento.
Me siento cansada, aturdida, bastante gris para ser honesta, siento a la gente pasar y pasar a mi lado sin que me noten, creo que me estoy volviendo invisible, cada vez hablo menos y la verdad no me apetece, escucho voces, a veces llevan mi nombre, pero no siempre respondo se escuchan tan lejos que son casi imperceptibles. Así debe sentirse la muerte, dejas de escuchar, de soñar, de reír y hasta de hablar, quizá sólo sea un mal día, pero he tenido miles de malos días y peor aun ¡consecutivos! Ellos piensan que soy mala y quizá lo sea, quisiera que me importara, lo que no saben es que me estoy ahogando y lo deseo, ¿qué no los quiero? ¡Quizá tengan razón! hace mucho que no quiero nada. Poco me importa si están o ya se han ido. Mis pensamientos se manifiestan quedito como si de algo se escondiesen, no sé lo que pasa, no sé lo que es, pero aunque no tenga forma me estoy cansando de llevarlo a cuestas, pesa mucho y no logro definirlo para poder quitarlo, respirar ya me es cansad...